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El título del libro ya nos indica de qué nos va a hablar. Pero realmente, habla de mucho más. Además de ser un libro súper entretenido, es un libro que dice verdades como puños. Cuando yo estudie derecho ( y lo hice bien acompañada teniendo como padrino de jura a un abogado de los de antaño, ya jubilado) tenía unos ideales que rápidamente se vieron frustrados cuando empecé a ejercer. Un ejercicio de la profesión escaso de tan sólo un par de años tirado a la basura por la escasez económica en la que me encontraba y las incoherencias de un derecho que no era el que soñaba. No me arrepiento de haber estudiado Derecho y haber ejercido pero, si bien es cierto, fue una bofetada de realidad. Es cierto como dice Jose Muelas en un mundo sin Derecho no hacen falta abogados, pero, en un mundo sin letrados, lo primero que perecerá son sus derechos. Un libro magnífico, sabio, ocurrente y divertido ( en alguna ocasión se me saltaron las lagrimas). Ayyyy ....El Derecho. Oficio de héroes, oficio de perros. |
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