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Novela atípica del Comisario Kostas, no se desarrolla en "su" Atenas, está de vacaciones y su mujer me ha gustado, dentro de lo que es ella, me ha gustado y una criminal poco convencional, tanto en ella misma como en la manera de cometer los delitos, sí bien el móvil es " legítimo". El matrimonio está de vacaciones en Estambul después de la boda "accidentada" de su hija y se producen unos asesinatos relacionados con una mujer griega y, aprovechando que el Comisario andá por allí, le toca ayudar en la investigación. La trama es mediante creíble, pero lo mejor es la relación del Comisario con su homólogo turco, los problemas que surgen con el grupo de turistas, cosa completamente real y, sobre todo, el descubrir la historia de los griegos que quedan en Constantinopla y los turcos de Estambul. Lo que fue y lo que es una ciudad según el punto de vista de los habitantes, una historia poco conocida para mí. Cómo nota curiosa, he echado de menos el Supermirafiori del Comisario, Constantinopla o Estambul hubiese tenido otro color, más especial. |
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