Tercera persona

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Tercera persona. Persona que llega, te cambia la vida y hace que veas cada gesto cotidiano de otra manera. Persona por la que lo darías absolutamente todo, sin ni siquiera pensarlo.

Valérie lo plasma a la perfección, de una manera directa y sin artificios. Cada duda y cada sentimiento encontrado. Su llegada, en su caso la de su hija, y cada cambio que esta nueva vida ocasiona desde el minuto uno. La maternidad pura y dura, sin florituras y sin idealizar. El primer contacto, la salida del hospital y la temida llegada a casa. El transcurso de los días, semanas y meses. El tiempo que se escurre entre los dedos. El choque con la cruda realidad. Estupor, preocupación y fascinación a partes iguales. Incredulidad y agotamiento. El fluir y experimentar. El crecimiento de los tres. Las primeras veces. El miedo a fallar y no estar a la altura. Ese miedo que te acecha desde el momento en que sabes de su existencia y que ya no te abandonará jamás.


Mi primer acercamiento a la obra de Mréjen me ha parecido bastante peculiar, no lo voy a negar. Su forma de narrar me ha parecido muy curiosa y considero que es lo mas importante a recalcar. Escribe sin querer recrearse, solamente quiere plasmar su realidad tal y como es, de una manera muy escueta, con frases muy cortas y sin querer despertar sentimientos. Esto tiene sus pros y sus contras ya que se siente que está muy lejos. Como si la autora tuviera una coraza imposible de atravesar y que también te impide conectar con lo que está narrando. Me he encontrado muchas veces en este libro y me he visto reflejada y eso ha sido lo que me ha hecho acercarme a ella. Esto no ha sido gracias a la narración si no a las vivencias y experiencias. Con esto quiero dejar claro que conectar con Mréjen no es tarea fácil ya que escribe sus textos autobiográficos como si se tratara de una lista de la compra. Clara y concisa, sin nada mas, sin hueco para la psicología.


Me ha parecido muy particular y no me atrevo a recomendarla a la ligera, la verdad. Lo que sí tengo claro es que siento curiosidad y me gustaría seguir leyendo su obra. Por lo visto, conmigo si lo ha conseguido, me ha atrapado.