Lapvona

Fue una lectura que me llamó la atención por la sinopsis, un niño de trece años deforme de nacimiento que convive con un padre tan devoto y con tal mal carácter, que cuando el chico hace o dice algo que le cause desagrado, su padre le propina palizas.
Lapvona es un pueblo extraño y de costumbres cerradas cuya gente se deja engañar por el Conde que además de ser inmaduro a pesar de su edad y tener un hijo; no le importa su pueblo ni se molesta en defenderlo de los bandoleros que a menudo asedian las casas de los aldeanos.
La complejidad que tiene el plan del Conde para que el pueblo piense que es su salvador y los protege de todo mal es irónicamente muy simple a ojos de quien lo lee pero si perteneces al pueblo, nunca se enteraría nadie y todos seguirían con sus vidas y sus mentes nubladas.
A causa de un mortal accidente, la vida del niño deforme cuya mentalidad y perspectiva de la realidad es muy diferente a la del resto, da un giro de 180°, pasando de pasar hambre y vivir en la mugre a formar parte de la realeza en el castillo con el Conde.
A medida que iba leyendo las dos últimas estaciones (porque el libro se distingue por capítulos y esos capítulos son las estaciones del año), se tornaba cada vez más extraño y algunas escenas son desde frustrantes a quedarte con rostro desconcertante, sin saber qué pensar al respecto ni cómo proceder.
Mi opinión personal es que de este libro me han gustado algunas frases o ciertas escenas pero es un libro cuyos personajes no dejan huella, se ha notado porque no he puesto nombres en toda la crítica... En pocas palabras, ha sido una lectura muy extraña y no creo que vaya a leer nada más de la autora...