La flor perdida del chamán de K

Lima, año 1986. Laila es una chica de familia acomodada, su padre es un diplomático finlandés. Sus padres deciden ingresarla en la clínica Santo Toribio en Lima, ya que sufre una enfermedad neuronal grave. A pesar de que la clínica está en un barrio de clase baja, su director, el Doctor de la Torre es el mejor neurólogo y sus padres quieren lo mejor para ella.

En el hospital, se hace amiga de El Rato, un chico delgaducho con el que desde primera hora congenia. de casualidad, Laila y El Rato encuentran un diario del año 1941 en el que el doctor Clarke relata cómo encontró la flor perdida del chamán de K en la selva amazónica y las propiedades de esta peculiar flor, que son curativas incluso en graves enfermedades. Así es que los dos amigos deciden escaparse y recorrer desde Los Andes hasta la selva amazónica en busca de la flor. Por el camino vivirán grandes aventuras y no menos peligros.
"La flor perdida del chamán de K" está escrito por el autor italiano Davide Morosinotto. Está destinado para niños a partir de unos doce años, aunque un adulto la va a poder disfrutar igualmente, ya que es una novela juvenil bastante madura.

Antes de nada me gustaría destacar su preciosa edición. Es de tapa dura y no solo su cubierta, sino todo su formato me recuerda mucho a las ediciones juveniles que se publicaban en los años ochenta, tanto en su ilustración como en su colorido. Es un libro con un aire muy retro precioso. Además trae una cinta de raso azul a modo de punto de lectura.

"La flor perdida del chamán de K" tiene unas ilustraciones muy originales, hay trocitos de mapas, páginas ilustradas sobre el color negro, palabras que van formando figuras y otras más que hacen de esta edición un libro muy bonito visualmente.

El autor ha escrito una historia llena de aventuras, pero no solo eso, sino que ha tratado otros muchos temas que intentaré desglosar un poquito.

Laila es una chica de buena familia europea. Sus padres, al conocer su enfermedad buscan al mejor doctor especializado en neurología. Así que viajan hasta Lima, en Perú. La clínica que dirige el doctor de la Torre está ubicada en un barrio de clase media baja. Así que muchos de sus pacientes, todos niños, podría decirse que la vida no les ha sonreído, al menos económica y socialmente. Laila se hace inseparable de El Rato, quien vive en la clínica desde muy pequeñito. de esta manera, Davide Morosinotto habla de las clases sociales, y resalta que una niña rica, rubia y europea puede ser amiga de un niño peruano, pobre y de piel oscura, que la amistad no puede ser limitada por el clasismo social.

Las enfermedades no entienden de edades. Así es cómo el autor presenta el tema a los jóvenes lectores. Hay niños sanos pero también los hay con enfermedades graves como le sucede a Laila. Quizá los jóvenes solo conozcan las enfermedades graves en los adultos y en los ancianos, y no se hayan parado a pensar que los niños también las puedan sufrir e incluso llegar a morir. Aunque el autor no hace gran drama de la enfermedad de Laila, más bien la enfoca en la esperanza y en la búsqueda de una solución.

Laila y El Rato con su fuga van a vivir muchas aventuras, algunas de ellas muy peligrosas. El gran viaje que emprenden desde los Andes hasta la selva amazónica los llevará a conocer a personas, unas buenas, como es Chaska, una guía de viajes que acaba en las vidas de nuestros dos protagonistas. Otras personas que se cruzan en su camino con intenciones no tan buenas son unos traficantes de drogas o unos terroristas entre otros peligros. Las aventuras que los dos amigos viven reforzará su amistad y su empeño en buscar la flor perdida.

"La flor perdida del chamán de K" es también una historia llena de magia y misticismo. Los dos amigos buscan al chamán que podría curar a Laila con la flor perdida. Esta parte me ha parecido preciosa y está contada de una forma muy mágica y esperanzadora. En esta parte los jóvenes lectores van a conocer el valor de poder de decidir sin ser egoístas, pensando en el bien de los demás y no solo en el suyo propio. El autor da una lección de vida muy valiosa y bonita.

Algo que me ha gustado notablemente es que la historia está ubicada en el tiempo en los años ochenta. Por lo tanto, no había móviles, ni tabletas, ni ordenadores, así que nuestros protagonistas vivían la época sin estas tecnologías. Por una parte, estaban libres de las ataduras de los móviles, y por otra, para el gran viaje que emprenden por ejemplo, tuvieron que informarse de la forma más tradicional: con mapas y preguntando. Y no con un simple click de ratón.

Algo que sí he echado en falta es un poquito de información acerca del narrador de cada capítulo, ya que está narrado por varios protagonistas. al principio del capítulo hubiera sido estupendo que señalase quién narra, aunque siguiendo el hilo, al cabo de varias líneas se acaba intuyendo.

Por todo esto, es un libro dirigido a jóvenes de unos doce años en adelante, pero como ya dije anteriormente, también va a ser muy disfrutable por un adulto.

En resumen, "La flor perdida del chamán de K" es un libro que reúne aventuras, amistad y magia con el que los jóvenes van a pasar un buen rato a la par que van a aprender valores muy importantes. Lo recomiendo sin duda.
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