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Joy y Stan Delaney llevan toda la vida unidos por el tenis, forman un equipo imparable dentro y fuera de la pista, y su química sigue siendo envidiable. Una noche una joven llama a su puerta, les pide cobijo, ellos no logran recordar si la conocen, y le permiten quedarse con ellos. Eso generará tensiones entre ellos, y sobre todo entre sus cuatro hijos, quienes sospechan de sus intenciones. El día de San Valentín Joy desaparece, algunos de sus hijos no pueden evitar pensar que Stan le ha hecho algo malo. Es lo primero que leo de la autora, y me ha gustado muchísimo. Con una pluma intensa, pero fresca nos permite conocer los pensamientos y la vida de cada uno de los personajes, todos ellos muy humanos. Con sus problemas generan subtramas que dependen directamente de la central. Sus historias logran aumentar la sensación de intranquilidad. La historia viaja entre el presente y el pasado, en el presente acaba de desaparecer Joy y deben iniciar la investigación, y en el pasado se nos narra todo lo que ocurre durante el tiempo que la desconocida vive en casa con los Delaney. Esta parte del pasado ha sido especialmente interesante y mucho más inquietante, mientras que la actual es bastante predecible. En un primer momento, el final deducible no me convencía demasiado, pero la última página logra dar un giro que me ha gustado, no os cuento más, pero la valoración es positiva. Sí que es cierto que el tenis también juega un papel principal en la narración, pero tampoco es algo que personalmente me haya molestado, encaja bien con el carácter competitivo de los hermanos y condiciona su manera de ser, por lo que es un elemento más que perfecciona el entramado de la novela. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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