Oración: Carta a Vicki y otras elegías políticas

LOS HECHOS: El 29 de septiembre de 1976, Victoria Walsh, periodista y oficial 2da de Montoneros, con 26 años recién cumplidos, es emboscada por un operativo del gobierno militar en la casa de Floresta donde mantenía una reunión con su célula. Tras resistirse combatiendo desde la terraza de la casa vecina, y viéndose rendida, se suicida. En el interior de la casa está su hija de un año. Desde la clandestinidad, su padre, Rodolfo Walsh, escribe dos cartas: una a Vicki despidiéndola, y una a sus compañeros de militancia explicando las circunstancias de la muerte de su hija y su determinación de no caer para no “cantar”.

Moreno glosa a lo largo de casi 400 páginas las dos cartas de Walsh y el testimonio de los testigos del operativo y de Patricia Walsh, la otra hija de Rodolfo, para lograr una anatomía de lo ocurrido, pero también para ahondar en un montón de cuestiones relacionadas con las organizaciones guerrilleras, el terrorismo de estado, y las secuelas que dejaron en los hijos de sus víctimas. El estudio de Moreno se centra mucho en una perspectiva de género, en el rol de las mujeres en la guerrilla, en el problema de la maternidad en ese contexto, la disolución de los vínculos familiares y su reemplazo por otras lealtades en el marco de la lucha clandestina, y sobre todo en cómo las H.I.J.A.S., así con puntitos, trataron de procesar y resolver el problema de consolidar una subjetividad en una identidad atravesada por la ausencia y la pérdida.

En la prosa de Moreno me pareció encontrar muchos rasgos de Barthes, Derrida y Deleuze, con lo bueno y lo malo que tiene eso. El trabajo con la textualidad es impresionante, la reiteración de los mismos textos con distintos “subrayados”, poniendo el foco en aspectos diferentes, es genial. También lo es la reflexión sobre el testimonio como género discursivo, su inestabilidad y su mutabilidad, que hace que la contradicción no lo haga flaquear sino ser aún más verídico. Por otra parte, las permanentes derivas hacia otros textos (libros, películas, obras de teatro) en mi caso me fastidiaron un poco, ya que me interesaba sobre todo la historia de Rodolfo y Victoria Walsh, y lo que más me gustó del libro fue el trabajo sobre ellos. Algunas lecturas “pop”, muy posmo, de los desaparecidos y sus modos de reivindicación me chocaron un poco, debo admitir. Pero salí del libro con un listado interesante de obras producidas por hijos de desaparecidos como Albertina Carri y Mariana Eva Perez que voy a ir explorando. Les dejo como segunda imagen una foto de Vicki que yo hubiese elegido como portada del libro para darle entidad y sacarla del lugar de “hija de”. Una lectura recomendable pero que se me hizo ardua en algunos tramos.