Me ha gustado este libro en el que, partiendo de unos hechos ocurridos en el año 1933 en un pueblo de Cádiz, Benalup-Casas Viejas, se recrea una historia cincuenta y seis años después. Un agente del CESID, Martín Malcomer, tiene que llevar a cabo una misión: encontrar un autobús accidentado en enero de 1933 en cuyo interior se ocultan unos documentos que cambiarán la historia. A través de la búsqueda de este agente nos adentramos en las costumbres de esta localidad gaditana, en sus giros lingüísticos, en sus paisajes, en sus puestas de sol en las que, los que tenemos una estrecha relación con Cádiz, hemos visto y disfrutado tantas veces... Este libro en cierto modo me ha trasladado a mi infancia y a una localidad a la que tantos fines de semana he visitado con mi familia de pequeña. En definitiva, me ha parecido una novela distinta y que entretiene manteniendo su interés hasta el final.
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