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Ante todo, lo que me pasó con este libro es lo primero a tener en cuenta a la hora de elegir una nueva lectura: NUNCA elijas el libro por su portada. Me esperaba una novela totalmente opuesta a lo que me encontré, algo así como una narración histórica, o ficción medieval (y la verdad es que la información de la contraportada no ayuda mucho con ello, no hay pistas sobre su contenido). Lo que tienes ante ti cuando comienzas a devorarlo son toda una serie de relatos cortos, que podrían interpretarse como una especie de metáforas fabuladas que raciocinan y critican aspectos del mundo actual muy concretos (el elitismo del mundo musical, la desidia del sistema judicial, la hipocresía de tener una trayectoria profesional vital, etc.). En general, reconozco que es un libro bastante original, aunque no es de mi tipo. Si es cierto que las primeras historias cortas tienen algún pauta de relación entre sí, pero el resto de relatos es independiente, lo que me ha hecho no estar a gusto del todo con la lectura. A esto hay que sumar la forma de escribir del autor, demasiado repetitiva e incisiva con ciertos aspectos. Quizás podría recomendarlo como lectura particular para un viaje o unas vacaciones, en las que se pueda leer algún relato suelto sin que haga falta coger el libro muy de continuo para no perder el hilo de la lectura. |
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