es el primer libro de una saga, escrito en 1908, un clásico infantil o juvenil, que hoy, a mi parecer y a mis 33 años considero aún una buena y bonita lectura para mí. En esta parte se cuenta la infancia de Ana y considero que aunque es una lectura fácil y ligera, la historia es tan tierna, dura, original y llena de sueños, que me ha encantado. Me he sentido tan identificada con Ana, parlanchina exageradamente, soñadora... Un personaje literario que nunca se olvida, por que te hace vivir y sentir a su ritmo frenético. Para mí esta pelirroja es una salvadora de almas, porque tiene la capacidad de transformar los detalles en grandes aventuras, que convierten la rutina en pura improvisación. Habrá a quien le ponga nervios@, pero a mí me fascina, la historia es sencilla, pero el personaje lo es todo. Tengo ganas de seguir con la saga, pues creo que va a ser más marchosa. |