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En la obra conoceremos a la pequeña Ana. Ana llega a la vida de Mattew y Marilla por azares del destino, gracias a un afortunado error, ya que ellos a quien esperaban realmente era a un chico huérfano. Ellos son dos hermanos solteros, que no están nada acostumbrados a tratar con niñas. Ana Shirley es una chica pelirroja de once años que hará que sus vidas den un vuelco. Cambiará la vida de muchos tras su llegada a Avonlea, pero sobre todo la de Marilla y Mattew viviendo con ellos lo que realmente es una familia. Ana es de esos personajes que dejan huella en tu corazón, de esos que te marcan para siempre. Una niña huérfana que hay ido de casa y en casa, pasando bastantes penurias, y más teniendo en cuenta la época en la que se desarrolla la historia. Es muy fácil empatizar con ella, la vemos cómo la heroína de la historia que a pesar de todas las dificultades que ha tendido que pasar a lo largo de su corta vida, es una persona muy alegre, muy vivaz, de las que transmiten alegría allá por donde van. Que se ha refugiado en su imaginación para sobrellevar todo mejor. Es un personaje con una esencia única. La obra tiene muchos valores positivos, la autora mediante la figura de Ana nos muestra su amor hacia la naturaleza. Y lo mismo ocurre con el reflejo de la verdadera amistad, siendo de una lealtad inquebrantable, mediante la figura de la siempre fiel Diana. Con una narrativa que atrapa desde el principio. La manera en la que la autora habla de Avonlea hace que el lector se sienta como uno más dentro de esa pequeña comunidad. Con personajes entrañables como Mattew o Marillia. Una novela de la literatura clásica que todos deberíamos leer en algún momento. Totalmente recomendable. |
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