Es una historia muy entrañable de principio a fin. No entendía el entusiasmo, pero es verdad que es inevitable cogerle cariño a Ana y a la familia que forman. Los vínculos que crea con Marilla y Mathew y la amistad con Diana, por no hablar de Gilbert... Es como la representación de la vida misma, los personajes están muy bien construidos y su evolución, sobre todo la de Ana, se desarrolla muy bien. He disfrutado mucho, es una lectura muy tranquila, simplemente tienes que leer y relajarte. Ah, y es imposible no reírse en algún momento de cada capítulo, con las ocurrencias locas de Ana o sus monólogos. No sé si continuaré la saga para ver la vida de Ana, la verdad es que el final de este libro me ha dejado muy buen sabor de boca. |