Nunca te hagas librero

«Nunca te hagas librero» parece el título ideal para poner los pies en la tierra a cualquier amante de los libros que haya soñado un solo instante con tener su propia librería (casi el 100% de los apasionados de los libros). Sólo paso por aquí a desengañaros. No habla de una sola dificultad típica del día a día, de un reto insuperable, de por qué una persona que decide hacerse con una librería decide tiempo después deshacerse de ella... No habla de nada en concreto en realidad. No es más que el autodiálogo de una persona a la que le gusta comenzar a contar anécdotas (de la librería o lo que cuadre), pero no disfruta tanto tetminándolas sino que considera más productivo dejar a medias la iniciada para empezar otra, o ponerse a hablar de algo que nada tiene que ver.

La cita ideal es, en este caso, «pero me estoy yendo por las ramas».

Este libro te prohíbo leerlo con bebida alcohólica alguna o la pobre se llevará la culpa (sin tenerla) cuando pierdas el hilo entre el batiburrillo de letras que esconden las páginas. Puedes darte un capricho con sabor a piruleta tomándote un Cherry Amaretto de @latetera