 |
Sí, por el título y su sinopsis podemos imaginarnos cada línea de este libro de principio a fin sin dejarnos cabos sueltos. Solo con esta corta información nos hace poner los ojos en blanco y murmurar “¿Otra vez esto?”, y si lo encontramos en la estantería de una librería es muy probable que lo hagamos a un lado para seguir buscando otro tipo de cosas. O al menos así me pasaría a mí. No soy precisamente fan de las historias de amor, no al menos si no incluye un trasfondo más profundo, algo más grande, más que el simple hecho de decidir con qué chico te quedás. Pido disculpas, soy fan de las traiciones, la violencia, la tortura y las muertes. Y ahí sí me gusta el amor. En el medio de toda esa mierda me gusta que haya historias de amor. PERO, aunque no parezca, voy a opinar sobre este libro con mucho cariño y con mi mejor esfuerzo por ser objetiva, porque lo amo. Y no puedo hacer otra cosa más que eso. She is one of the boys es la combinación perfecta entre el cliché y la buena comedia (clásica e inocente, pero comedia al fin). Sé que Wattpad tiene su mala fama y bien ganada por ser mundo simio de fanfics, y no podemos refutar contra eso. Menos yo, que también soy culpable. Pero si hay otra cosa que no se puede negar y que es muy injusto, es que esa mala fama tapa en creces con tierra y mierda a las verdaderas joyas y verdaderos artistas que hay ahí adentro. Pueden creerme, no creerme o comprobarlo por ustedes mismos, que les juro que existen muy buenas historias, por las que hasta yo sueño que algún día logren sacarlas en papel, porque LOS NECESITO en mis manos. Pero no me quiero ir por las ramas porque si bien She is one of the boys no carece de estas características, aunque no la pondría nunca cerca del último puesto, tampoco puedo decir que las tiene. Sin embargo, me gustaría enumerar por qué pienso que es buena, y si les interesa, explicar también por qué le tengo tanto cariño y puedo releerla tantas veces como quiera sin aburrirme. Empecemos hablando de Wattpad como se habla de cualquier otra plataforma en la que antes las cosas se apreciaban de otra forma, como podría hablarse de Tumblr. Sí, con todo este palabrerío me estoy yendo muy al 2012/2013 pero es ahí precisamente donde quiero llegar porque fue cuando esta historia tuvo lugar capítulo por capítulo y pude apreciar todo ese viaje día por día, o semana por semana, y a veces también mes por mes. Entra en cada chiclé imaginable. Hablamos de la típica protagonista que se cree diferente por usar “ropa de chico”. La que los amigos empiezan a ver de forma diferente porque de repente se viste diferente y “se ve como una chica”. Un hermano más sobre protector que Bubbles con sus burbujas en Buscando a Nemo. Estos adolescentes que están buenísimos, son deportistas y no se enamoraron nunca porque no existe chica que les revuelva los sentimientos de esa manera, pero se acuestan con todas y todas babean por ellos. Hasta que finalmente aparece Dylan Carter, que siempre fue su amiga... pero de repente PUFF porque se puso un short y un top de su talle de repente está buenísima, y se arma el lío del colegio porque es la primera chica que hace que los dos dioses griegos por el que el instituto muere se peleen por ella, generando el triángulo amoroso más aclamado y envidiado. Y la protagonista tiene que decidir con quién quedarse porque los dos están más buenos que comer pollo con la mano y encima, uno de los dos, lleva enamorado de ella desde chiquitos y nunca lo dijo. Sí, ya sé, hay muchas cosas que están mal, y no pierdo el detalle de que hoy en día no tendría ni en pedo el mismo impacto en mí si la leyera por primera vez, pero en aquel tiempo fue entretenido y me sacó muchísimas carcajadas, y en el presente, por los recuerdos (y porque en serio es gracioso), lo sigue haciendo. Pero lo que más quiero destacar, gente, es que no quiero criticar o, más bien, encasillar este tipo de narrativa como algo malo, quiero recordar que esto es del 2013, publicado en una plataforma no tan conocida para entonces y fue escrito por una chica de 16 años, que consiguió un impacto muy grande en esa pequeña comunidad, y hoy en día, puede presumir que cada una de sus oraciones salieron de una pantalla para estar dibujadas en papel. (También ebook.) El pensamiento, las reglas de nuestra propia vida, los gustos e incluso el mundo que nos rodeaba en aquel entonces eran distintos. Es una historia muy fácil de leer y muy entretenida. Logra tensionarte con los personajes, enojarte y alegrarte. Por más cliché que se vuelva, no es aburrida y ese es un factor muy importante. Es perfecta para un día de mucha paja en el que quieras distraerte con algo fácil de digerir, que te va a robar más risas de las que uno quiere admitir y te va a dejar un lindo recuerdo o comentarios anecdóticos. Mi conclusión es buena no solo porque estuve en el día a día de este escrito ni tampoco (aunque un poco sí) porque yo misma vi cuando ganó el premio a los Wattys de ese mismo año, ni porque viví el tiempo hasta que logró publicarlo, cómo se hicieron nuevas ediciones y hasta el nuevo diseño de la tapa, sino porque fue escrito por una adolescente que desde ese momento ya contaba con muchísimo potencial. Un inicio siempre es un inicio y nunca todo es perfecto desde el comienzo, mucho menos cuando estamos explorando quiénes somos, qué y quién queremos ser, qué es lo que nos gusta y con qué nos sentimos cómodos. Así y todo, consiguió su propia perfección para ese tiempo y sé que, en un futuro, así como fue creando otras historias, un día me voy a encontrar su nombre en alguna librería debajo de un título y un argumento precioso, digno de un triunfo merecido para alguien que estuvo trabajando casi toda su vida para lograrlo. ¿Esta fui yo intentando justificar un cliché que leí cuando tenía 15 años? Sí, absolutamente, pero la autora se lo merece —se encoge de hombros—, y la historia también. Enlace: https://ornellassx7.wixsite... |
>
