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Tuve dos grandes problemas con este libro. 1) La traducción es horriblemente mala. Muy pero que muy mala. Estaba decidida a ponerle una sola estrella, es decir, a bajarle la puntuación a una cuando llegué al final y me di cuenta de que es una traducción hecha por una persona no profesional y que por lo tanto la autora no tiene ni idea de en las malas manos que ha dejado su ejemplar. Así que al final apelé a mi parte sensible y le mantuve la estrella que le habría qutado de otra manera. 2) No había leído nada de la autora con anterioridad y tampoco sabía nada de ella así que no tenía ni idea de que era un libro romantico-cristiano (si es que se dice así). Por lo tanto, Dios está muy presente, o más bien lo hacen muy presente. Y sí, creo en Dios (como quiera que cada uno quiera llamarlo) pero soy más de la opinión que uno debe ayudarse a sí mismo y traerlo a mención cada vez que se toma una decisión... Sobre la historia debo decir que no es mala, es uno de esos romances que se cuecen a fuego a lento aunque no he visto mucha chispa entre ellos sí encajaba bien con la época. Por otro lado y si aún no te lo has imaginado, estamos ante un clean-romance así que no encontrarás escenas subiditas de tono, lo máximo que hay son un par de besos aunque a mí personalmente no me importa. |
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