Nieve de primavera

Tenía anotado desde hacía tiempo a este autor en mi lista de pendientes, nunca había leído nada de él y finalmente comencé con esta novela. Desde luego fue una persona muy particular, a mi parecer, con una vida interior muy compleja.

Yukio Mishima fue político y escritor, de los más representativos y contemporáneos de Japón. Fue un revolucionario cuyos ideales fueron inevitablemente representados en cada una de sus novelas, cargadas de nostalgia, crítica social, derrotismo y con una obsesión por describir la belleza, de forma muy detallada y casi a modo de ensoñación. Además, tuvo una muerte muy simbólica, se suicidó como lo hubiera hecho un auténtico samurái: mediante el harakiri, y como intento último de rebeldía hacia el sistema, del cual no estaba en absoluto de acuerdo.

Esta novela, “Nieve de Primavera” es la primera parte de la tetralogía “Mar de Fertilidad” que escribió en sus últimos años, se cree que como preludio a su suicidio.

Cuenta la historia de amor de Kiyoaki y Satoko, dos jóvenes, hijos de familias adineradas que crecen juntos en una sociedad japonesa en plena transición política y social, donde Japón se abre por primera vez a Occidente, y lo que ello supuso, tras la guerra ruso-japonesa. Lamentablemente, estos jóvenes pagan un alto precio por conservar el status y el honor de sus familias, respectivamente.

Personalmente, esta novela me costó mucho al inicio, no es que fuera difícil de leer sino que el estilo narrativo es muy lírico en algunos momentos, yéndose a lo casi poético y filosófico, cargado de reflexiones, a la par que de preciosas descripciones del entorno natural donde sucede. Esta mentalidad de los japoneses de la época, entra en conflicto con nuestro concepto de vida, como occidentales en nuestra época actual, quizás por eso tuve que releer, en ocasiones, algunas partes una y otra vez. Aún así, me ha resultado finalmente muy buena, deja un pozo un tanto particular, me queda la pena y el amargo desenlace de la historia, al mismo tiempo que siento que he disfrutado como de la contemplación de un cuadro, mirando cada detalle y reflexionando sobre todo lo que me quiere decir.

100% recomendable para los amantes de la cultura tradicional japonesa.