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El juego de la verdad es una novela juvenil contemporánea, aunque a veces el nombramiento del colegio de señoritas o el trato que se le da a las chicas pueda hacer pensar que se trata de una época anterior. La narradora de esta historia es Aurora, la chica que aparece en la portada. Pero ella no cuenta su propia historia, sino que cuenta como observadora la de su amiga Cristina y todas las personas que hay alrededor de ésta. Me esperaba conocer algo más de Aurora a lo largo de la novela, y no solo en el final. La esperaba algo más presente. Por eso me ha sorprendido la forma de la autora de llevar la novela. Una historia que se me ha hecho de lectura fácil y rápida. Ha conseguido engancharme a la trama; aunque no me ha gustado mucho algunos pequeños adelantos que hace Aurora de lo que va a sucederle a Cristina mientras narra. Esas puntualizaciones me la han hecho más predecible de lo que esperaba. Aún así el final me ha sorprendido. Aunque el personaje central de la novela es Cristina, también aparecen compañeros de ella, profesores, su familia... Y la historia se ha movido por diferentes escenarios, hasta resolver toda la trama. En el tema de personajes he de indicar que no me ha convencido ninguno de ellos, y que aún así me ha gustado la historia. Aurora desvela pequeñas cosas con sutiles comentarios antes de tiempo, Vanessa lo mismo le pone algo en la copa a Cristina que luego es su mejor amiga, Cristina está super enamorada pero de pronto se le pasa cuando se le cruza otro por delante... Pero el cambio más grande para mí es el de Diego. La novela está dividida en dos partes, y en la primera Diego es una persona muy formal que habla muy bien y tiene una forma de trato exquisito; y de pronto en la segunda nos encontramos a un Diego totalmente diferente que habla de manera informal y tiene un "compadreo" excesivo con todo el mundo. Por lo que creo que los personajes no han seguido una línea de evolución; sino más bien al revés. La trama, sin embargo, me parece muy buena. La idea de la autora de narrarlo desde la perspectiva de un narrador omnisciente que conoce los hechos, los sentimientos y las sensaciones de los personajes me ha encantado. Pero que no solo los trata de una manera objetiva, sino que ella ha sido parte de ese mundo que narra. Ha sido amiga de Cristina y pone ese punto personal en la narración. He disfrutado con la mayoría de los giros de la novela y de como se han ido dando los acontecimientos hasta llegar al esperado final y al descubrimiento de la historia de Aurora. Sin duda, os puedo decir que seguiré leyendo a esta autora porque me gusta su manera de plantear las novelas. |
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