Aquí lo real se mezcla con lo más irreal cuando los objetos inanimados cobran vida y son capaces de designios funestos. El resultado es la sensación de vivir un "trip" de drogadicto. Los personajes se envuelven de manera extraña : en un metro una mujer lee lo que lee otra y entra en el libro.. Es una narración de calidad que produce desasosiego. |