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En este libro veremos la historia de Evitt, la cual es huérfana de madre desde nacimiento y sólo tiene a su padre y a María, su nana. Su padre fallecerá cuando ella cumple los diecisiete años y se mudará a la otra punta de su ciudad con María. Empezará un colegio nuevo y hará nuevas amistades. También veremos a David, un chico atractivo de ojos verdes con el que Evitt tendrá un flechazo incluso antes de que su padre falleciera y estuviera tiempo sin verle después de eso, pues se muda un tiempo por el trabajo de su padre. Cuando se vuelven a reencontrar (ella ya está en su nueva casa y colegio), ambos presentan un repentino enamoramiento el uno por el otro y en un arranque de valentía, en su segunda cita, David le confesará una cosa algo delicada que puede hacer que los sentimientos de Evitt cambien. Hace muy poco os hice una reseña de un libro corto (no tanto como este) y os dije que por ser corto, no tiene porque ser débil ni tiene que carecer de vivencias y sentimientos. Este libro que os traigo hoy, sí lo es. Es débil, carece de emoción y sentimientos, de historia, de lógica... Hay cosas que son insostenibles, como que dicen que el padre murió en 1917, pero aparecen modernidades en el libro que por entonces no había ya sea cines como los que acudimos ahora, coches actuales... No he entendido absolutamente nada. También he notado que las cosas van a ritmos muy extraños pues la cosa empieza con Evitt narrando un poco de su vida, pero de golpe dice que ve a un chico de ojos verdes y ya se enamora, luego habla de un viaje que no sé exactamente de donde sale, después que su padre muere y finalmente, tiene la primera cita con David. No hay sentimiento, las conversaciones son de lo más básicas y predecibles a la par de insostenibles. Admito que este libro sería muy buena si estuviera bien estructurado, bien narrado y si fuera más extenso porque la historia en sí puede llegar a ser muy buena. |
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