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Acostumbrada a los BL tiernos, incluso con este tema de "posibles hermanos" esta novela te quita de golpe y porrazo toda esa sensiblería y buen rollo fantasioso. Es un claro vistazo a la difícil y dolorosa realidad de 2 personas q se sienten sexual y románticamente atraídas cuando creen q son hermanastros. Ami te transmite a la perfección esa culpa y asco q sienten por esa atracción moralmente no aceptada q no pueden controlar y cómo empeora aún más su situación al traspasar la línea; generando una relación tóxica y dañina entre ellos. Para colmo los protas sufren las consecuencias de las familias desestructuradas por divorcios malavenidos, padres q se desentienden de la educación y necesidades hacia sus hijos, una economía no muy acomodada, y una moralidad retrógrada y con rescoldos fascistas y machistas propios de los años 80-90. Todo esto provoca que los protas no lo tengan nada fácil e incluso uno de ellos se eche a perder con malas compañías, fracaso escolar y violencia como modo de afrontar los problemas, llegando ese personaje a ser bastante insoportable por su comportamiento (al menos para mí). Afortunadamente la autora hace madurar a ambos con un choque de realidad aún más duro para ofrecernos un final más bonito. El chico dulce y bueno aprende a salir adelante y a entender el mundo estudiando en Ámsterdam con un ambiente moderno y liberal. El chico problemático, insoportable y con la situación familiar más complicada, necesita verse metido en el Líbano fusil en mano, con muertes y hambre a su alrededor, para entender "Lo que de verdad importa" en la vida y cómo ser mejor persona. Sin duda la novela me ha impactado y fascinado con su crudeza y realismo. Y la pluma de la autora es impecable, con magníficas reflexiones morales. Destaca mucho la narrativa por encima de los diálogos, pero aún así es todo un lujo leerla. |
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