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Empecé esta historia sin ningún tipo de expectativa, pero debo decir que desde el primer capítulo los personajes ya me habían ganado el corazón. Se nos presenta un grupo bastante variopinto donde tenemos a un botánico, un lingüista (y que me gustó mucho que se le considerar también científico), un geólogo y una escritora que son amigos, también familia, y comparten la revista Scientific Time, donde se redactan ensayos acerca de sus especialidades. La trama de la novela gira en torno a una planta especial: una mandrágora que se encuentra en el interior de una cueva de Vietnam. Nuestros protagonistas se embarcan (literalmente) en la aventura para conseguir esta planta en favor de otro personaje y que conllevará muchos quebraderos de cabeza en adelante. Debo decir que la estancia en el barco me pareció algo extensa y que me hubiera gustado que llegaran antes a la cueva en cuestión, pero lo cierto es que todo lo que sucede en el barco no tiene ningún desperdicio. Tenemos la oportunidad de conocer a nuevos personajes y de profundizar en otros, como Angus, uno de mis favoritos, junto a Lucy y Nix (y Furo por supuesto), ¡y descubrimos bastante salseo acerca de estos personajes! El final es sorprendente, sin duda alguna, y creo que no dejará a ningún lector indiferente. En definitiva, es una historia llena de misterio, intriga y aventura, rodeada de una fantasía bastante sutil con personajes muy vivos. |
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