El misterio de la cripta embrujada

No me gustan demasiado los libros jocosos, las sátiras, las parodias: los estimo fríos, guardando un distanciamiento feroz entre lo que dice y lo que recibo, como si a cada paso me diese un codazo: "¡toma zasca! ¿a que soy ingenioso (léase chusco, las más de las veces)?".

Dicho esto, los de "el (penoso) detective innominado" de Mendoza son de mis preferidos, y sobre todo éste que nos recomendó con su gentileza habitual @chicthulhu para mis queridxs #addictxslcs , y del que guardaba muy buen recuerdo de cuando se publicó, como un regalito a los lectores asombrados por su primera novela (próximamente objeto de otra lectura conjunta).

Sin pretensiones, con una historia un tanto titubeante, pero con una aceradísima visión de la justicia social y, sobre todo, con un deslumbrante lenguaje que bien podríamos llamar culterano mas sin enturbiar las aguas en que podría bien nadar El buscón don Pablos (y que de perlas le vendrían a nuestro apestosito protagonista), que nos da una deleitosa y divertida lectura, arremolinados en las andanzas a través de una Barcelona que ¿ya no es?, ¿o es acaso esa lucha por la vida partiendo del humilde origen un tema eterno?.