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Hay cinco personas en una sala de castigos: Nate, Addy, Bronwyn, Cooper y Simon. Sin embargo, para el final del día, uno de ellos termina muerto. Simon solía manejar una página de chismes escolares y, por supuesto, todos tienen secretos que ocultar. Los ojos de la policía de inmediato apuntan hacia los otros estudiantes que estuvieron con Simon antes de su muerte, así es como empieza la historia de estos cuatro chicos. El libro está narrado desde el punto de vista de cada uno, así que el lector llega a conocer bien a los cuatro personajes principales, sus historias y sus motivaciones para actuar. Además, la voz de la autora es cómica y se mezcla muy bien con lo tensionante de la trama. Opinión personal: Disfruté conocer a los cuatro personajes, siento que los perfilan muy bien, pero al final me faltó algo. La respuesta al caso estaba dentro de tres de mis suposiciones y me hubiera gustado verla más desarrollada. Eso sí, disfruté bastante lo cómico de la narración, ¡no se imaginan lo mucho que me reí! |
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