¿Lloré con lo de Beth? Efectivamente, pero creo que lo más triste de todo el libro es el final de Jo. Sé que el contexto de la época era el que era, que obligaron a la autora a escribirle una pareja a la protagonista, pero eso no quita que mi alma siga sufriendo por ello tal y como sufre por todas las mujeres enjauladas por su sexo a lo largo de la historia y el mundo.
Es un final injusto, mucho peor que la muerte, puesto que así se habría mantenido Jo fiel a su trayectoria de vida. A los personajes masculinos sí se les ha reconocido el derecho a la inexistencia antes de a la traición a uno mismo, pero a una mujer se la fuerza al matrimonio por encima de sí misma, que es lo que nunca me gustará de Mujercitas, el libro que vino a denunciar eso.
Tampoco disfruto del final de Amy, pero al menos no me revuelve el estómago de la misma manera.
Dicho esto, es uno de los mejores libros de la literatura y sería el mejor si no fuera por la presión que sufrió la autora con él.