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Gema es una chica joven que ve como su vida da un giro de 360°al morir su hermano y su cuñada en un accidente de tráfico y un año mas tarde también muere su padre. Todos mueren en la misma fecha, Navidad. Esto hace que Gema deje de creer en la magia de estas fechas. Gema pasa a ser una joven que sale con sus amigas y solo tener las preocupaciones laborales, a tener que criar a su sobrino David de siete años, hijo de su hermano Lolo y cuidar de una madre que desde la muerte de su esposo y su hijo no levanta cabeza y es totalmente dependiente de su hija, no quiere salir a la calle si no es con ella, no quiera que Gema vaya a ningún sitio y que le hace chantaje emocional cada vez que no consigue lo que quiere. Una mañana tras desayunar junto con su amiga Elena un Papá Noel las sorprende por la calle y les pide a las dos que tras dar un donativo pidan un deseo. Gema que no cree que los deseos se cumplan por mucha magia navideña haya en el ambiente pide un deseo un poco peculiar, en el que incluye un lobo feroz. Ese mismo día tras salir del trabajo tiene un accidente de coche en el que le ve algo mas que las orejas al lobo. Un accidente que hace que viva un sueño muy real y que le hace ver la vida de otra manera. Es un libro de poco más de treinta páginas en las que nuevamente Megan logra seducir al lector con sus palabras pero esta vez el reto es más difícil ya que en tan pocas páginas tienes que ser muy buena para atrapar a los lectores y que no se despeguen del papel hasta terminar, cosa que de nuevo esta escritora consigue. Habla de como la vida de una persona cambia de la noche a la mañana y de como hay que acomodarse a esa nueva vida, pero siendo siempre nosotros mismos y no dejando que los problemas nos absorban sino que debemos plantarles cara. Como no podía ser de otra manera este relato también tiene el sello Maxwell que tanto me gusta y es que nuestra protagonista es una chica española y nuestro prota Nicolay, es extranjero en este caso ruso. Un relato que recomiendo leer a todo el mundo. |
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