A Dagfrid hay muchas cosas que no le gustan, empezando por su nombre. La verdad es que la vida de una niña vikinga no es nada divertida: se peinan las trenzas enrolladas como caracolas sobre las orejas, se ponen vestidos demasiado largos y secan el pescado. Por si fuera poco, pescado es lo único que comen. Pero es que encima las niñas ni siquiera tienen derecho a navegar y a descubrir mundo. Bueno, hasta ahora. Porque Dagfrid ya se ha hartado del pescado seco. Dagfrid es la protagonista de nuestra historia; una niña vikinga que está harta de seguir las costumbres de su pueblo. Ella no quiere llevar vestido, ni coser, o enrollarse el pelo como si fueran caracolas. Ella quiere correr, jugar, viajar... Vivir una vida como las que tienen los hombres. A lo largo de esta historia acompañaremos a Dagfrid a través de un viaje que le hace ver el mundo de una manera completamente diferente. Es un libro ameno, muy entretenido, y con unas ilustraciones preciosas que a los pequeños de la casa les ha encantado. Es perfecto para plantear preguntas sobre por qué hacemos las cosas de cierta manera, y si podemos hacer algo para cambiarlas, aunque a veces también necesitamos un punto de vista diferente para tener una perspectiva distinta. |