La pluma de la autora es sencilla, fresca, natural y fácil de leer. La historia está narrada en primera persona por la protagonista principal, Mackenzie. En esta historia encontramos menos diálogos y más descripciones extensas a la hora de introducirnos en la vida de Kenzie y Jaden. El final es sorprendente a pesar de que se veía venir, y también nos alerta de que habrá una segunda parte. Como comenté anteriormente, ya leí a Estelle Maskame en su anterior saga, y deciros que ésta toma un camino diferente ya que trata otros temas diferentes y nos muestra una novela mucho más madura.
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