Lacey se ve atrapada entre una apretada trama de intrigas y de demonios ajenos, es testigo directo de un crimen, la lucha de una madre por la vedad de su hija y una promesa. Tiene que pasar a la sombra para sobrevivir y se esconde tanto que termina escondiéndose de sí misma y de sus sentimientos. Mary Higgins escribe de manera muy precisa, cuida los detalles, con un estilo diáfano y personajes muy bien desarrollados. Es una historia sin muchas pretensiones pero el libro se disfruta, no se hace pesado y entretiene. A medida que lees, crees saber quién es quien y de qué va, pero poco a poco te va sacando de tu error. Lo que más me gusta es que esta chica decide sobrevivir y para eso hace lo que sea, es un personaje muy fuerte. Me gustó mucho. |