Tesla: Anatomía del genio

Este es uno de los libros que escogí para la última edición de Masa Crítica en España... y que por suerte, me tocó!! Gracias a Babelio y a la editorial Espuela de Plata!!
Escogí este libro por varios motivos: tengo mente bastante científica (estudié Ciencias Químicas), me gusta conocer datos sobre los grandes inventos de tiempos pasados en que las condiciones de investigación eran de lo más precarias y me ha atraído Tesla desde que supe, hace algunos años, que algunos de los grandes inventos de los siglos XIX y XX eran en realidad suyos, aunque fueran patentados por otros.
Me ha gustado la forma de narración. La historia no es una biografía como tal, enumerando fechas y acontecimientos. Tampoco es una novela con Tesla como protagonista.
El autor nos presenta al genio y sus descubrimientos mediante diversas conversaciones, alternándolas con descripciones.
Las conversaciones son, principalmente, con Anthony Szigeti, que según he visto, fue su asistente y su mejor amigo. Durante unos ficticios paseos por el parque, Tesla responde a las preguntas de Szigeti, explayándose sobre los acontecimientos a los que se refiere. También encontramos charlas con Mark Twain, con algunos de los mecenas que tuvo Nikola a lo largo de su vida...
Las descripciones a las que me he referido son sobre sus inventos o sobre acontecimientos ajenos a Tesla, pero que influyeron en su vida.
Lo he encontrado muy interesante, la personalidad del genio ha quedado perfectamente descrita. Algunas de las anécdotas ya las conocía, sobre todo las referentes a sus descubrimientos, a sus enfrentamientos con Edison (aunque no imaginé que llegaran a los extremos narrados y confirmados al buscar más información sobre el tema), a sus inventos que no patentó y que fueron atribuidos a otros (la radio, los rayos X...), pero otras muchas me han sorprendido, sobre todo las referentes a sus costumbres personales: odiaba las joyas y, sobre todo, las perlas (no hablaba con mujeres que las llevaran); tenía pavor a los gérmenes (comía solo, exigía tener 18 servilletas con las que limpiaba uno a uno todos los cubiertos, si una mosca volaba por encima de su mesa debían retirarle toda la comida y servirle otra); decía comunicarse con los marcianos...
La única pega que le pondría al libro, en mi opinión, son algunas largas descripciones de los inventos que en ocasiones, cortan el ritmo de la historia en sí.