La editorial: 42

La editorial Egurra ha conseguido hacerse un hueco en el sector editorial vasco. Fundada por Gervasio Egurra y su mujer Nieves ahora, muerto Gervasio, está dirigida por su hijo mayor Gervas, siendo accionistas sus dos hermanos Mercedes y Julia, un amigo del fundador y un inversor. No es una editorial gigantesca pero tampoco pequeña y se bandea bien con las grandes siguiendo, eso sí, un modelo empresarial tradicional.

Todo cambia con la muerte de Gervas, el director, y la consiguiente necesidad de elegir alguien que le sustituya. Aunque doña Mercedes mueve hilos para que el elegido sea su hijo menor, la abuela, doña Nieves (casi centenaria pero con la cabeza en su sitio y una gran fuerza de voluntad) consigue que se elija a una persona ajena a la familia. Un hombre que ha trabajado para diferentes empresas, catapultándolas al éxito. Un hombre que llega con ideas nuevas, que pretenden hacer de Egurra S. A. un holding. Y eso chocará con las aspiraciones de muchos de los miembros de la familia Egurra.

Y no sólo eso, a la muerte de Gervas –que, en principio, parece natural- le siguen otras muertes. Ya empiezan a ser demasiadas como para poder considerarse una casualidad...

Aunque a Toti no le gusta que le encasillen en ningún género y, de hecho, ha tocado todos los palos (histórica, romance, humor, infantil y juvenil, fantasía…) sí que es cierto que es conocida sobre todo por sus novelas históricas. de las que a mí me gustan, de las que hablan de la “pequeña historia”. Y así, si bien en ocasiones han desfilado por sus páginas, grandes personajes (reyes o hijos de reyes como en “La abadesa”), en la mayor parte de los casos son seres anónimos o casi los que protagonizan sus historias. Incluso en “Enda” e “Ittun” que son, claramente, novelas de fantasía hay como una sensación de historia detrás como si las cosas, aunque sea en el mundo de los mitos y leyendas, hubiesen podido ocurrir de alguna manera…

Pero en este caso no es así: “La editorial” es muchas cosas y bebe de muchos géneros pero no es histórica. En esta novela hay intriga, tiene un punto de thriller, bastante de metaliteratura, historias familiares… pero historia no.

En esta novela Toti hace gala de sus conocimientos del mundo editorial. No por nada lleva más de veinte años escribiendo, ha publicado con varias editoriales, ha estado en ferias del libro, ha sido entrevistada centenares de veces… Si alguien conoce el mundo editorial es ella. Y nos trae una visión muy crítica del mismo. Hay algunas cosas que todo el mundo sabe, otras que los que llevamos años dedicándonos en cierta forma a esto de la literatura sabemos o intuímos, y otras que yo desconocía. Toti nos habla de premios apañados, libros por encargos, historias buenas escritas por “escritores” que no saben escribir y que han de ser reescritas por los editores, pactos, fusiones, compras de editoriales pequeñas, relación de las editoriales con las librerías, etc… Cosas interesantísimas de las que he disfrutado mucho. Todo lo referente a este tema no tiene desperdicio.

La parte “familiar” también me ha gustado mucho. Por esta novela pasan muchos personajes, la mayoría de la familia Egurra. Toti siempre dibuja muy bien a sus personajes pero son tantos que se agradece que al principio del libro se nos ofrezca un árbol de familia que ayuda a que no nos perdamos. Aún así, tras los pequeños líos del principio, hay que decir que no es difícil distinguir quién es quién en la familia, qué es y cómo es; aún siendo muchos, los personajes están bien dibujados. En esta novela Toti nos habla de una saga familiar: de una pareja de pueblo que, habiéndose ido a vivir a Bilbao, se atreve a fundar un pequeño negocio y acaba convirtiéndose en una de las familias más ricas de Vizcaya. Nos hablará de la vida de los bilbaínos ricos, sobre todo en la persona de doña Mercedes, la que mejor representa la arrogancia de esas familias (la abuela, doña Nieves, por el contrario, es un auténtico cielo). Como familia que son, los Egurra guardan secretos y da gusto ir descubriéndolos.

La parte de intriga es la que menos me ha gustado. Hay muertes y aunque no hay una investigación policíaca –aunque sí algo similar- sí que, dentro de los géneros que toca esta novela multifacética, toca el género de misterio. Pero a mi esta parte se me ha hecho predecible: no he tardado en averiguar el quién y el porqué.

La novela se estructura en veintiún capítulos de extensión media más un epílogo. Es un narrador omnisciente quien nos va contando la historia, algo necesario pues ha de fijarse en muchos personajes no siendo ninguno de ellos absoluto protagonista. La novela avanza a buen ritmo, sobre todo según se va acercando al final.

Conclusión final

“La editorial” es la novela más diferente de Toti Martínez de Lezea. Aunque he de reconocer que soy más de sus novelas históricas, la crítica que se hace al mundo literario me ha resultado muy interesante.
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