Vladimir

Como decía una buena amiga esta novela es todo lo que está mal.
¿Cómo se reseña esto? Socorro.
En esta novela podemos encontrar las consecuencias de los excesos de la humanidad en todas sus variantes llevadas al extremo. En cuestión de emociones encontramos la desesperación, la lujuria, la pérdida de la razón. Estos serían algunos ejemplos de todo lo que esta corta novela tiene para contarnos.
En este caso entiendo muy bien ese premio ganado, es muy merecido.
He sentido repulsión en varias escenas de distinta índole pero con el mismo resultado, rechazo ante la situación y ganas de hacer como en las pelis de terror: taparme los ojos y abrir una rendija que poder cerrar si es demasiado.
Lo que más me ha asustado ha sido ver el reflejo de lo que puede llegar a ser la mente humana. ¿Quién puede llegar a sentir esos impulsos? A la vista están los datos de que hay, desgraciadamente, mucha gente con ellos pero sigue resultando inverosímil para quienes no lo concebimos. También es cierto que con Vladimir, por momentos, olvidas la edad que tiene porque cuenta con una madurez mental tremenda pero no es suficiente. No es suficiente para considerar que es un adulto y, en consecuencia, a un niño no se le ve de este modo.
No es que este sea el único tema controvertido de la historia pero es el epicentro y por tanto hay que darle más coba que al resto.
Una novela que es IMPOSIBLE que te deje indiferente. Ciento ochenta y cuatro páginas de desafío.