Viorel: Senda a la hechicería

El señor de los anillos conoce a Harry Potter. Este podría ser el resumen de Viorel: Senda a la hechicería, el volumen inicial de la saga escrita por D. O. Martin (Barcelona, 1983), una fantasía épica ideal para los que se quieran estrenar con el género.

Sí, he mencionado a dos pesos pesados del mundo de la fantasía en la introducción al libro y durante la lectura no dejaban de acudir a mi mente. Elfos, enanos, orcos, dragones, hechiceros y un joven con gran potencial que asiste a una escuela de magia y que está destinado a alcanzar la gloria. Los paralelismos con estas dos sagas son más que evidentes, y en varias ocasiones podemos ver escenas que son claramente guiños a ellas.

Nos encontramos ante una especie del mito del viaje del héroe. Viorel, el protagonista de la historia, se embarca en la aventura de convertirse en un poderoso hechicero, teniendo que dejar a su familia atrás. Junto con Koldrel, pone rumbo al Colegio Reuel de Hechicería, donde aprenderá los entresijos de la magia a la vez que practicará otras destrezas como la lucha o la forja de espadas. Todo ello mientras el enemigo va ganando poder en las sombras. Seremos testigos de cómo el muchacho irá madurando y adquiriendo esos conocimientos que le servirán en un futuro no tan lejano.

Lo que en principio parecía una fantasía épica juvenil, poco a poco ha ido evolucionando en una literatura un poco más dirigida al público algo más adulto. Con el paso de las páginas se vuelve más oscura y acaba un poco en el límite de ambos. Sin embargo, el estilo narrativo de Martin sí que se asemeja más al género juvenil, con un lenguaje sencillo y sin grandes artificios.

El ritmo es muy rápido, casi que en demasía. El autor no se recrea mucho tiempo en cada etapa por la que pasa nuestro protagonista. Y esto tiene su parte positiva y negativa. La historia vuela, en pocas páginas pueden transcurrir meses. Se agradece que no se detenga en repetitivas clases o batallas interminables. No obstante, en algunos momentos me hubiese gustado tener más detalles y profundidad de lo que va ocurriendo y que no sea mencionado tan de pasada.

El libro viene introducido por un mapa que nos ayudará en todo momento a visualizar dónde ocurre la acción y varias espectaculares ilustraciones a todo detalle de algunas de las criaturas fantásticas que aparecen. Siempre es un plus contar con dibujos que muestren cómo se imagina el autor a sus personajes y más si son tan llamativos como las que nos encontramos aquí.

Al final cuenta con un apéndice con un extenso glosario, con una breve descripción de todos los personajes que aparecen y los lugares y términos relacionados con el universo de esta saga. Es algo que ya considero indispensable en todo libro de fantasía, ya que es una gran ayuda al meternos en un nuevo mundo con sus propias reglas.

Por último, quiero mencionar que este es un libro solidario, y parte de los beneficios irán destinados a la lucha contra el cáncer infantil, un gran gesto por parte del autor.

El final te deja con unas ganas inmensas de seguir leyendo y saber qué ocurre en el siguiente volumen. Solo me queda recomendarlo tanto para jóvenes que se inicien en el mundo de la lectura como para adultos amantes del género de la fantasía épica.
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