La novela empieza con un prólogo impactante y nos va a dejar con un sabor amargo hasta que descubramos la verdad. Elena no ha vuelto a casa, Nuria, su madre empieza a preocuparse cuando nadie de su entorno sabe dónde está. al principio todo parece normal pero Nuria sabe que pronto llegarán malas noticias. Yago y Aines serán los encargados de decirle a Nuria que han encontrado el cuerpo de su hija sin vida en unos arrozales de Cullera. A partir de aquí iremos a contrarreloj para encontrar al asesino. Capítulos cortos y lectura ágil. Mientras nos van presentando a los personajes iremos conociendo la relación que tenían con la víctima y como la juzgan. Aunque la autora intenta desviar la atención a otros protagonistas es muy fácil dar con el asesino, mi duda era el por qué. La narración es sencilla, para mi gusto un poco floja sobre todo en diálogos y pensamientos y a veces un poco repetitiva. Aún así he disfrutado como si estuviera viendo una película, ahora habrá que esperar más casos de Yago y Aines que aunque empezaron con mal pie al final acaban siendo compañeros, romance a la vista? Quién sabe!! |