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Me entero que Hildegarda existió realmente en el siglo XII. Mística, poeta, filósofa, naturalista y compositora, nada de esto aparece en el libro, Hildegarda de Binge acabó convertida en Santa en 2012, sería por algo que tuvo que ver con la cerveza, perdón. Este libro trata de ilustrarnos sobre su vida, pero lo hace de forma y manera que, a mi entender, no acaba calando en el lector. Anne Lise-Marstrand Jorgensen, su autora, no logra mostrarnos el dramatismo de la vida de esta mujer, de su época, de la clausura de un monasterio, etc. Nos la describe como una mujer plana sin altibajos, de la que no sabemos cuando ni cómo se convirtió en mística, o naturalista, o investigadora de la cerveza, nada. No comprendo como un libro así puede convertirse en un fenómeno de ventas en Dinamarca o Italia ¿? Eso sí, la portada es genial. Esa cara, que he tratado inútilmente de descubrir a quién pertenece, fue la que me impulsó a su lectura.
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