Nos trasladamos a 1835 para conocer a Emmeline Laughton perteneciente a una familia acomodada ya que es hija de un conde. Es inteligente, inocente y no le gusta seguir las estrictas normas. Por otro lado tenemos a un joven enigmático, Joseph Whitemore, un marqués al que poco a poco iremos descubriendo tras esa fachada de hombre serio. Así la autora nos ofrece un romance a fuego lento, en el que ambos personajes comienzan a conocerse poco a poco. Me ha parecido un romance histórico precioso y muy tierno, y sobretodo me gustaría destacar lo bien que está narrado y lo que la autora consigue transmitir a través de sus personajes. |