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“Uno puede vivir sus propios sueños o comprar los de otros. Como estoy corto de dinero y los bancos suelen negarme tarjetas, voy a optar por vivir los míos. ¿Y vos qué vas a hacer? ¿Nunca te enamoraste? No sabemos qué hacer con ciertos besos. Nos parte el raciocinio como un mazazo, lo hacen trizas, o lo dividen como si de una guillotina se tratase. Pasa lo mismo con los sueños. Ya es hora.” La esencia de este libro es la búsqueda de la identidad. Luna, la protagonista a sus 20 años se siente abrumada de haber vivido toda su vida en Bariloche, y los deseos de irse lejos para conocerse mejor a ella misma y buscar un diferente destino la llevan a irse a Buenos Aires, en donde se encuentra con sus hermanos y amigos. Muchas cosas pasan en este viaje, la historia toma un giro bastante inesperado, y eso es algo que me gusto mucho. Es un libro corto de 144 páginas y tiene 4 partes, la historia parece cerrar en la tercera, la última es una ampliación de la historia a modo de relatos que nos sirve de cierre y complemento, no solo de los personajes principales sino también de algunos secundarios. Algo muy lindo para destacar es que todos los personajes son distintos, y esto nos permite conocer la realidad de cada uno, sus sentimientos, sus experiencias. Es muy bueno ver como evolucionaron cuando se llega a leer las últimas páginas, podemos sentirnos identificados con ellos, y nos lleva a reflexionar sobre muchas cosas, especialmente sobre la importancia de animarse al cambio y a cumplir los sueños. Este libro es muy lindo, muy Argentino, muy cercano, y siento que volveré a sus páginas cuando tenga un momento de no saber qué camino quiero tomar, cuando tenga la necesidad de que algo me recuerde que hay que tener valor para animarse a hacer algún cambio en la vida, cuando esté en búsqueda de motivación. |
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