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No espere mucho tiempo al terminar este libro para empezar la reseña, porque hay tantas cosas que quiero decir que quizá me olvido varias. Desde el momento que Pablo me envío el primer capítulo, sentí una conexión con Luna (la protagonista). Ella no se siente conforme con el lugar en el que nació (Bariloche) y vive con la esperanza de “irse lejos” o “que un extranjero se la lleve”. Basándose en experiencias de sus hermanos, y un íntimo amigo ella decide emprender un viaje a Buenos Aires a pesar de sus miedos e inseguridades se dirige al lugar donde cree que puede encontrar su identidad junto con sus sueños (ya que ni ella sabe cuales son). Luna se encuentra con una cuidad totalmente distinta a lo que fue su vida en Bariloche, le llama la atención la cantidad de “cemento” y la falta de naturaleza, con la que ella estaba acostumbraba a vivir. Simultáneamente se cuenta la historia de los hermanos de Luna (Luciano y Marcos) junto con la de Ulises, todos dejaron Bariloche en busca de su identidad y el viaje de Luna los reencuentra a todos en Buenos Aires. En cada capítulo se da lugar a que todos los personajes cuenten sus experiencias con detalles y en todas te deja algo que reflexionar. Siento que cada persona de acuerdo a su historia va a interpretar este libro de diferente manera porque tiene mucho para hacernos pensar y cuestionar nuestras decisiones. La forma de narrar de Pablo te atrapa muchísimo, te obliga a prestar atención hasta en el más mínimo detalle, si bien el libro es corto (145 páginas) merece una lectura pausada y reflexiva. También lo que disfrute mucho es poder imaginarme con detalles la historia, ya que tuve la suerte de conocer Bariloche y poder entender a fondo todo lo que Luna siente al describir su lugar de nacimiento. Recomiendo muchísimo este libro, ¡y aun más si sos Argentino! un libro ambientado en nuestro país ¡es hermoso! |
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