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Una mujer en un mundo de hombres, así la han llamado muchísimas veces. Así querían demostrar que ese no era su lugar, que ella estaba ahí por un mero capricho y que en el momento en que tuviera otro interés en mente, se le pasaría. Nadie se lo puso fácil, ni sus padres que no querían que se dedicara a la Fórmula 1 porque conocían el ambiente, ni sus propios compañeros de equipo; pero ella tuvo la suficiente fuerza de voluntad para saber manejarse con todo eso y más. El libro nos cuenta todas las vivencias que tuvo María de Villota cuando estuvo en el hospital, cuando casi pierde la vida debido al accidente que tuvo en unas pruebas de calibración, cuando se tuvo que ver por primera vez en un espejo al haberle quitado el ojo. La filosofía de vida que tenía, puede ser el motor de vida de cualquier persona que se enfrente a un problema en su vida. Luchadora hasta el final, María decidió dedicar su nueva vida a ayudar a otros que estaban olvidados por sus enfermedades. Para mí ha sido un placer descubrir esta historia, de la que solo conocía retales, y poder ampliar la admiración que siento por esta mujer. Un libro que debería ser leído en tres momentos en la vida: cuando no tienes un bache al que enfrentarte, cuando tienes un problema gordo en tu vida y cuando lo has pasado |
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