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Me he encontrado ante una fábula encantadora, en cierto modo cómica y muy muy amena de leer, no sólo por su extensión (que apenas son 50 páginas) sino también por su estilo: casi todo diálogo, ya sea de la protagonista con los otros dos únicos personajes o de la protagonista consigo misma. La historia hace que te plantees cuestiones acerca del suicidio, de la decisión de terminar con la propia vida o al contrario, de la decisión de darle un nuevo sentido a la propia vida o a la propia muerte. Y por cómo están planteadas todas estas cuestiones, me ha parecido una forma súper original de reflexionar sobre el tema, porque como decía antes, se trata de una fábula, con animales parlantes incluidos, como el perrito ése que aparece en la portada de la novela (que ya que estoy tengo que decir que me parece una monada y muy adecuada una vez que has leído el relato). Porque efectivamente, todo el peso del relato cae sobre la protagonista y un par de animalillos muy simpáticos, y a la vez, muy humanos. Además, hay que añadir que desde que empieza la historieta tiene cierto aire de misterio puesto que la escena inicial comienza con la protagonista esperando en un banco a una persona que no llega, sin que sepamos ni quién es, ni por qué no aparece, ni si aparecerá, o si es real o no, porque las escenas que siguen hacen que nos planteemos incluso la cordura de la pobre chica. En apenas una hora ya la había leído y me había dejado con muy buen sabor y unas reflexiones muy positivas. Porque si algo pretende este relato corto es remover algo en quien lo lee. Y así ha sido. Enlace: http://enmitiempolibro.blogs.. |
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