A la caza del Príncipe Drácula

La primera parte de esta saga, A la caza de Jack el Destripador, me flipó. La disfruté muchísimo y me engancho desde la primera pagina. Audrey Rose y Thomas son adorables y me tienen enamorada, por lo que imaginaos mi emoción al saber que no era solamente un libro, sino cuatro. Así que sí, estaba mucho más que emocionada y ansiosa por tener esta segunda parte en mis manos y, Dios, ha sido aún más increíble que la primera.

Los protagonistas me encantaron en el primer libro, pero en éste me han conquistado por completo. Son tan completamente adorables, tan absolutamente perfectos el uno para el otro que es que no puedo evitar amarles fuertemente.

Audrey Rose ha sufrido mucho y no ha tenido tiempo para sobrellevar su dolor adecuadamente. Trata de ignorarlo y encerrarlo en lo profundo de su mente, pero todos sabemos que, cuanto más intentas dejar de pensar en algo, más piensas en ello. Y, ciertamente, todo lo vivido hace unas semanas ha sido muy intenso, doloroso y perturbador, por lo que era normal que no se mantuviera entera en todo momento. Aún así, me ha encantado ver cómo se repone a todo, la fuerza de voluntad que tiene. Es sumamente inteligente y no dejará que nadie la pisotee ni la obligue a renunciar a su libertad y sus sueños.
Y Thomas... Ay, mi Thomas. le amo. Es adorable y me ha encantado poder conocerle mejor, ver mucho mas al verdadero Thomas y no al condescendiente y sarcástico Thomas que enseña al mundo. Es de esas personas (como yo) que no saben muy bien gestionar sus emociones, expresar y demostrar sus sentimientos al resto del mundo. Es increíblemente inteligente y perspicaz con todo menos con los sentimientos y emociones y eso hace que, mientras intenta cuidar y proteger a Audrey Rose, tengan algún que otro malentendido. Hace lo que cree que debe hacer pro la persona que ama, pero ni él es como el resto de hombres de la época ni ella como el resto de mujeres. Como he dicho mas arriba, ambos son perfectos el uno para el otro, como dos mitades de la misma alma. Se complementan a la perfección y, aunque ya se conocen bastante bien tras lo vivido con Jack el Destripador, este viaje lejos de casa, de la familia, con un asesino suelto y rodeados de hostiles extraños los ha unido más que nunca. Y ha sido precioso.

Respecto a la trama, la autora ya me conquistó en Jack el destripador pero aquí se ha superado absolutamente. Toda la mitología y cultura de lo mas recóndito de Rumanía me ha parecido muy interesante, aunque sin duda lo que mas me ha gustado ha sido la manera en la que la autora ha dosificado y presentado esa información, de manera amena y entretenida. Y ¿Cómo todo acaba estando relacionado y teniendo sentido aunque pareciera que no en un principio? Brutal. Quiero decir, a mi me ha dejado impresionada. Y el final ha sido, nuevamente, de infarto. Es cierto que esta vez estaba algo más preparada pero, aun así, la autora me sorprendió con ese final otra vez. He de alabar una vez más la prosa de la autora ya que describe las emociones y sentimientos de Audrey Rose a la perfección, al igual que todos los hechos o paisajes, pero sin llegar a ser pesado o lento, ya que el ritmo es ágil y constante. Tiene una gran habilidad para mezclar escenas horrendas, incluso brutales, con otras mas dulces o cómicas y creo que, de nuevo, ha hecho un trabajo magnífico.
La edición como siempre está muy lograda, con ilustraciones reales de la época o el castillo, detalles visuales y una portada que me parece tan preciosa como la anterior. Puck Editorial siempre logran crear algo increíble y precioso y se nota el detalle que ponen en sus ediciones.

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