No recuerdo un libro de relatos que me haya aburrido tanto, la verdad. Cierto que un fin de semana sin dormir porque tu hijo tiene 39 de fiebre y no para de quejarse no es el momento más propicio para leer, o quizá sí, porque eso me prometía el título. Sinceramente, sólo me ha gustado “el gigante egoísta”, y es que era uno de mis favoritos de pequeña, aún debe estar por ahí, con sus hojas troqueladas. El resto son o cuentos que no les he encontrado la gracia o fragmentos de libro que ya he leído. Me siento estafada, ¡quiero algo que me quite este estrés! Y encima me lo ha pegado, vale dejo de gritar que me duele muuuucho la garganta. (No lo leáis) ese paréntesis es un susurro con voz de sapo en vuestra oreja. |