Caza al asesino

El mundo de la literatura no deja de llevarme por libros, autores y subgéneros desconocidos. La literatura es inagotable y maravillosa por ello. Gracias a Caza al asesino, y al excelente prólogo de Carlos Zanón, me enteré de la existencia de un subgénero dentro de la novela negra francesa llamado “neo-polar” (no sabía ni que existía un “polar”). Jean Patrick Manchette es uno de los autores más reconocidos dentro de este movimiento.

Los bajos fondos, los asesinatos y la violencia son constantes en este subgénero. No sé mucho más y seguiré buscando historias creadas bajo esta corriente para definir mejor sus características, y también dedicaré más tiempo a la ficción francesa en general, pues es un país del que no he leído casi nada.

Pero vayamos a esta novela.

Un asesino a sueldo decide retirarse e ir en busca de su novia de juventud para iniciar una vida a su lado. La “compañía” que lo empleaba no se lo va a poner, nada, pero nada fácil.

No sé si estas dos palabras definen la narrativa de Manchette (no se me ocurren otras), pero Caza al asesino es minimalismo violento. No hay tiempo para tomar aire. No lo tiene el protagonista y no lo tendremos los lectores. Todo es contundente, directo, esencial y punto. Todo es frío, polar, glacial.

Pasan cosas en la mente del protagonista, vaya que pasan, pero el autor los presenta embalados dentro de un padecimiento físico y a través de su particular forma de tomar desiciones. En ese sentido puedo decir que el recurso es brillante y dota de vulnerabilidad al personaje, pero de ahí no vamos a pasar. Mientras intentamos masticar esos detalles tan buenos, ya estamos en otra faena y esos destellos interesantes se difuminan.

Cada personaje es más vil que el anterior. de eso se trata, de llevarnos por terrenos pantanosos y eso me gusta, y lo agradezco, pero el tratamiento “económico” (me robé este adjetivo de alguien más mientras leía en internet sobre la novela) me dejó con la misma sensación que tiene uno después de vacunarse o de que le saquen sangre: ¿eso fue todo? Yo que creía que me iba a desmayar y solo fue un pinchazo.

De todas formas, hay otra novela de Manchette que me llama mucho la atención, y como esta es la única que he leído, seguro, segurísimo que me aventaré la siguiente. Quiero descubrir todo aquello que lo hace tan admirado y respetado por tantos lectores. Aunque creo entender el punto, no me entusiasmó como hubiera deseado.

Caza al asesino es una novela muy cortita. Si tienen tiempo, se lee en una sentada. Hay una película también. La portada de la edición de Anagrama muestra una fotografía de Sean Penn (quien interpreta al personaje principal), y leí que también actúa en ella Javier Bardem. Voy a buscarla. Quiero ver qué tratamiento le dieron, si es tan directa y contundente como el libro, o si rizan un poquito (o mucho) el rizo.

No ha sido una decepción, ni tampoco la lectura de mi vida, pero ahora podré ir a una recepción elegante (bandeja de Ferrero Rocher incluida), ajustar mi monóculo y contar a los embajadores que me estoy iniciando en el neo-polar.

Lo sé, nunca voy a brillar en sociedad.

¡Chin chin!