Solo pienso en ti

No sé si leísteis la trilogía #MIHOMBRE pero en aquella época la devoramos, y veo muy necesario leerla si os queréis animar con esta, porque lo que tenemos aquí es la historia desde el punto de vista masculino de Jesse Ward, con sus manías, sus cuentas atrás, sus obsesiones y sus traumas (que no son pocos).

Conocemos a Jesse Ward, que siendo dueño de la Mansión, lleva viviendo en una espiral de destrucción desde la adolescencia, ahogándose en alcohol mientras intenta olvidar su pasado haciendo frente así a sus recuerdos. Su vida va a cruzarse con la de Ava O'Shea y una conexión inmediata surgirá, mucho más que atracción. Pero estos recién estrenados sentimientos van a llevar a Jesse a volverse más irracional y más obsesivo, y a su vez con mucho más miedo a perder lo que todavía no es suyo pero que es lo único que necesita en su vida.

Si conocíais a Jesse ya lo queríais pero con esta, SU, historia, volvemos a sumergirnos en La Mansión, aunque más de refilón que con la trilogía, y lo conocemos más en profundidad, lo roto que está, lo que siente y lo que vive en sus propias carnes. ¿Hablamos de una obsesión tóxica? No tengo lugar a dudas, sin olvidar que es ficción y que la narrativa de la autora se convierte en adictiva desde el prólogo donde conoceremos al Jesse adolescente y donde comienzan sus tormentos.

Desde que leí la trilogía he leído muchísimo más, historias de todo tipo, no podría ni hacer cuentas y ha habido personajes que sería imposible de recordar, pero si hay un personaje del que nunca me he olvidado ha sido de ÉL, de Jesse Ward, el señor de la Mansión, a pesar de que muchas cosas de la historia si que se hayan desdibujado con el paso del tiempo, el personaje siempre ha estado ahí.

Me quedo con muchas ganas de seguir leyendo la continuación porque Jesse todavía tiene mucho que decir. Nos deja en un momento que… necesitas seguir leyendo.