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Es la última entrega de la trilogía, y me los he leído por ver si en algún momento mejoraba o Ava abría los ojos.. Me resulta difícil aceptar que el protagonista pueda ser calificado como "Mi Hombre". Hacía mucho tiempo que no me encontraba con un personaje masculino tan horrendo: inseguro, controlador, celoso... en una palabra, tóxico. Sin embargo, no sé quién es peor, si él o ella, ya que ella le complace en todo momento a lo largo de la novela. Hay escenas narradas por la protagonista con una naturalidad pasmosa, que no deberían presentarse como un modelo de relación con final feliz, porque espero sinceramente que no haya muchas mujeres dispuestas a soportar el trato que el protagonista da a su pareja. Desde interferir en su vida laboral, entrometiéndose en su ámbito profesional, hasta robar su método anticonceptivo para dejarla embarazada, e incluso llegar a infligirse daño físico (sometiéndose a latigazos por parte de un extraño), a la protagonista femenina le resulta completamente insignificante, ya que aparentemente el protagonista es el hombre perfecto. |
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