César Mallorquí es referente de literatura juvenil de calidad. Esta novela es atractiva, emocionante, con ritmo trepidante y con un mensaje muy actual y necesario, a pesar de haber sido escrita en 1997. Una de las cosas geniales de tener hijos adolescentes es poder compartir lecturas con ellos y poder descubrir estos géneros y autor@s que, de lo contrario, seguramente permanecerían ennel olvido, para mi. Un gustazo |