Furthermore

Alice vive en un mundo en el que sus habitantes obtienen magia y poder de la tierra. Un mundo lleno de magia y, aunque ella sea de lo más alegre, no se siente del todo integrada ya que le falta lo más importante: color. Alice no tiene una pizca de color en todo su ser. A los doce años, todos los niños se tienen que enfrentar a una demostración de su habilidad para que se le entregue una tarea. Alice tiene muy asimilado que no tiene ningún poder, al igual que no tiene ni un color, así que decide hacer lo que más le gusta: bailar.

Han pasado casi tres años desde que su padre se fue y, tras haber obtenido un sobre negro con su tarea, decide que no vale para mucho más y acompaña a un niño llamado Oliver a hacer su tarea: encontrar a su padre a tierras desconocidas con una magia distinta. Lo que no sabe Alice es que él la necesitará más de lo necesario para sobrevivir en Furthermore, una tierra de magia que sigue unas reglas totalmente distintas a su mundo y algo peligroso.

Sin duda alguna, ha sido un libro de lo más peculiar, en todos los sentidos, y se nota que está enfocado a un público algo más infantil al ser un middle grade, pero no quita que cualquier persona, tenga la edad que tenga, pueda disfrutar de esta aventura. Lo más peculiar del libro es cómo está narrado. No sé cómo explicarlo, pero tiene un narrador que no te termina de contar todo al principio, como un misterio, y que habla con el lector directamente. En más de una ocasión me he sentido algo perdida.
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