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Lucia se pasa los días entre las clases y yendo a casa de su vecino ciego, Roderick, a leerle novelas. Un día, encuentra una carta de un amigo suyo que hace años que no ve, y unos días después, finalmente, lo encuentra. Pero, el chico, Hugo, vuelve a desaparecer. Lucia ni corta ni perezosa, se lanzará a buscarlo y su viaje la llevará hasta Los Monegros. La historia consigue atraparte, aunque no desde el principio. Los primeros capítulos están ahí pero no te enganchan porque no hay elementos que enganchen. Pero conforme avanzas, la historia te va absorbiendo y ya no puedes parar de leer. Los acontecimientos pasan muy rápido. En una noche, a Lucia le pasarán mil y una cosas. Quizás si hubiera ralentizado algo los hechos, la historia aún habría sido mejor. Pero al haber tanto acontecimiento, no paras de ‘sorprenderte'. Y es que no sales de un problema y ya te has metido en otro. Eso ayuda a mantenerte enganchado. Lo que falla un poco es el amor. Y es que la relación de Lucia y Hugo es demasiado rápida. Llevan dos años sin verse, el vuelve, y dos días después ya están juntos. Eso no es realista, por mucho que ya se quisieran de antes. Pero, bueno, este es un tema secundario puesto que el amor no es lo importante. Una vez en Los Monegros, más concretamente en el hotel Limbo, todo se precipitara mucho...Este ritmo tan trepidante, es bueno y a la vez, malo. Quizá si que es un poco exagerado, ya que resulta poco creíble que ocurran tantas cosas en tan poco tiempo, pero a mí este ritmo me gusta, no hay lugar para aburrirte o descansar, estas alerta todo el rato. Y de repente, llegas al final, que es precipitado y en el que te sueltan un secreto así como si nada. Es un final que me gustó muchísimo y que no me esperaba, la verdad. |
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