Lectura complicada.Es difícil interpretar lo sucedido,a mi entender, cuando el juez va a dar el veredicto,cada uno imagina cómo le iría la vida si éste fallara a su favor. Me gustó más la parte de Pip, aunque me dolió la traición de Max. Sobre todo el pensar que cuando la deja embarazada,ya estaba liado con Blair.
Cualquiera de las dos alternativas nos presenta una realidad dura. El matrimonio, que tanto se quería,se ve abocado al fracaso y tras varias penalidades, consiguen encauzar su vida y volver a ser felices en la medida de lo posible.
Y aquí llega lo confuso, porque la autora nos muestra que ambos tienen vidas separadas y que, aunque se siguen queriendo,no planean volver a convivir y de repente,das la vuelta a la página y te sorprendes con una boda entre ellos que no sabes de dónde ha salido.
En general ha sido una lectura amena,con personajes bien definidos. Mis favoritos fueron Los Brasford ,la doctora Leila y por supuesto Pip. En cambio no me gustaron ni Chester, por la falta de empatía,ni los amigos de la pareja, también por lo mismo. A Blair la meto injustamente en el mismo saco,y digo injustamente porque lo único que no me gustó de ella,fue que se liara con Max.
Me resulta difícil valorarlo, porque la historia me ha gustado, pero que el final quede abierto es algo que no me agrada y baja puntos.
