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Que el arte puede ser una terapia se ha demostrado en multitud de ocasiones y con ejemplos magníficos de artistas, como Edvard Munch, Vincent van Gogh, Jackson Pollock, entre otros muchos, que han volcado en sus obras sus dolencias y obsesiones internas. Pero en lo que se refiere a arte y enfermedad es probable que la visionaria e icónica Yayoi Kusama (1929, Matsumoto, Japón) haya encontrado la forma de combatir o exorcizar la enfermedad invisible que la atormentaba. Decidida desde temprana edad a convertirse en pintora, Yayoi tuvo que enfrentarse a muchos obstáculos para poder alcanzar su objetivo: las alucinaciones que la atormentan, el hecho de ser mujer en la primera mitad del siglo XX, la severidad de su madre y la terrible estrechez de miras de Japón. Fue en Estados Unidos donde, tras chocar con una escena artística dominada por hombres blancos, encontró su lugar. En “Kusama. Obsesiones, amores y arte” de Elisa Macellari, publicada por @lianaeditorial, nos adentramos en las obsesiones y el arte de #Kusama, conociendo no sólo la vida de esta gran artista, sino también todo lo que se esconde en sus obras. La soledad, el arte y el talento, los intentos de suicidio, el sexo y sexismo, el racismo, los problemas psiquiátricos y, finalmente, un reconocimiento muy tardío están presentes en esta novela gráfica. Pese a esta larga vida nada fácil, la autora consigue crear una historia ilustrada dulce y suave, que no intenta emular el vocabulario de la artista, sino que logra contarlo -los puntos, los espejos falsos, los tentáculos/falos… todo lo que caracterizó el arte de #Kusama está presente en esta novela gráfica- con un estilo que tiene dignida individual y fluidez narrativa. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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