Un libro perfecto para los más pequeños de la casa, pero que todos recordaremos cosas importantes. Lisa es una niña proactiva, siempre con una sonrisa y buenas palabras, ayuda a los demás y es simpática. Mika es una niña reactiva, se queja por todo, no suele tratar a los demás muy bien siempre con malas palabras o malas formas y es un poco gruñona. Las dos niñas van a la misma clase y se ve rápidamente las diferencias entre ellas. De una manera sencilla, para que la entienda los más pequeños, la autora nos demuestra lo que hace usar unas buenas formas, ser amable y ayudar a los demás, todo lo que podemos ganar con ello y por el otro lado todo lo que no conseguimos si somos egoístas, gruñones o quejicas. Es una historia que los más pequeños van a disfrutar y aprender, y ya no solo por las palabras si no que lo acompaña unas ilustraciones que son muy visuales para los pequeños. Una historia con principios que no debemos olvidar y otros aprender, pero sobre todo recordar la amabilidad, el ayudar a los demás, lo que les puede afectar tan pequeños las cosas que otros hacen o como los aíslan de los otros, el valor de la amistad y el perdón. |